CENTRO CULTURAL NISE. Experiencia Oliveros. Autora: Psic.Claudia Siri


El Área Cultural se crea en el año 1997 y adquirirá un rol protagónico en lo que se denominó EXPERIENCIA OLIVEROS: se plantearía como un polo de creación para muchísimos sujetos que allí encontraron y encuentran un espacio de producción y de restitución del lazo con otros. MURGA, TEATRO, TITERES, ESCRITURA, BIBLIOTECA, ARTE, HISTORIETA, CARPINTERÍA, COCINA, EXPRESIONES ESCÉNICAS, MÚSICA, AUDIOVISUAL, CINE, HUERTA. Creería que es uno de los dispositivos más genuinos  de la expresión LOGICAS SUSTITUTIVAS DE LO MANICOMIAL.



Texto para El otro Festival

CENTRO CULTURAL NISE. Experiencia Oliveros.

Autora: Psic.Claudia Siri

              
      Quiero comenzar por un pequeño recorrido por la historia de la Colonia de Oliveros y los movimientos de reforma clínico institucionales que allí tuvieron lugar. Recorrido necesario para contextualizar la creación  del espacio del que nos interesa hablar hoy, el  AREA CULTURAL, hoy llamado  CENTRO CULTURAL “NISE” -espacio que coordino desde el año 2016-.
        La Colonia Psiquiátrica de Oliveros Dr. Abelardo I. Freyre está ubicada a 60 km de Rosario y fue inaugurada en el año 1943 (respondiendo a criterios sanitaristas-positivistas -uno de cuyos principios era la separación del loco y, por consiguiente, la negación del sujeto-). La Colonia fue pensada como una institución modelo  para la época en relación al paradigma vigente en el cual “la psiquiatría encauzaría la Higiene Mental” y la laborterapia sería uno de los pilares” para la recuperación y para reducir el costo de  mantenimiento de los pacientes con el producto de dicho trabajo”.  Inicialmente, el hospital fue pensado para albergar a 850 pacientes pero en la década del 60 llegó a alojar a 1500. 
     El silenciamiento a través de la medicalización y la terapia por electroshock, el encierro y la exclusión social,  comienzan a ser interpelados en el año1984 con el retorno de la democracia en nuestro país, a partir de la implementación de un Programa que se llamó: “De estación terminal a un Proyecto de Externación, Hacia la comunidad, Un programa posible” (Ps. Adriana Altieri). Este Programa comenzó a funcionar en el Área II  con los Equipos de Salud Mental que se formaron con la llegada de los primeros psicólogos, abogados y T. Sociales. Escucha entre varios donde se privilegia la palabra, donde circulan sujetos que pueden retornar a su comunidad, con posibilidades de tener una vida no vulnerada en sus derechos.
       De eso se trató en los comienzos de la década de los 90: de hacer visibles esos cuerpos fragmentados, olvidados; subjetividades negadas, despojadas del entramado familiar y social. Encerrados en el  estigma de la peligrosidad. Fue necesario propiciar que la palabra, esa que le da un sentido al sufrimiento,  circulara.
Este proceso propició la promulgación de la Ley Provincial de Salud Mental N° 10772 del año 1991. Esta ley fue innovadora ya que sentó las bases del gran cambio de paradigma que comenzaba a gestarse lentamente.  Si bien se reglamentó recién en 2007, fue una herramienta fundamental para los profesionales que comenzamos a intervenir en la comunidad  y en el Poder Judicial para autorizar salidas terapéuticas, por ejemplo.
     En 1992 el Programa de Externación se consolida con la puesta en marcha del nuevo Plan Institucional: De reinserción comunitaria y construcción de la Red,; reforma que se plasmó en la creación de nuevos dispositivos de trabajo (El Dispositivo de atención de la crisis y el Dispositivo Comité de Admisión  y Egreso) y que contó con la creación de 40 cargos de distintos profesionales (ps, enfermeros, abogados,).
En 1996 se produce un giro aún más significativo cuando un grupo de profesionales que venía trabajando en el hospital logra disputar y ocupar la Dirección del mismo y conformar lo que se llamó Colegiado de Gestión de la Colonia de Oliveros, imprimiéndole un particular sesgo clínico – político a la gestión. Clínica y derechos humanos. Clínica ampliada, allí donde la clínica del sujeto corre sus bordes y conversa con otras disciplinas y sectores.
Comienzan a aparecer nuevas lecturas: toman la PALABRA actores institucionales que otrora sostenían la sutura entre el discurso médico hegemónico y el discurso jurídico. Es con esa  consolidación y profundización de una lectura diferente de la locura cuando comienza un período de vastas  interpelaciones y transformaciones. Área Cultural, Área productiva, Publicaciones, jornadas, debates, supervisiones y años de lucha signaron la creación de otros Programas como el de Sustitución de Lógicas Manicomiales, la incorporación de Equipos Interdisciplinarios en todas las Salas y la restitución de la Dirección de Salud Mental en el año 2004.
             El Área Cultural se crea en el año 1997 y adquirirá un rol protagónico en lo que se denominó EXPERIENCIA OLIVEROS: se plantearía como un polo de creación para muchísimos sujetos que allí encontraron y encuentran un espacio de producción y de restitución del lazo con otros. MURGA, TEATRO, TITERES, ESCRITURA, BIBLIOTECA, ARTE, HISTORIETA, CARPINTERÍA, COCINA, EXPRESIONES ESCÉNICAS, MÚSICA, AUDIOVISUAL, CINE, HUERTA. Creería que es uno de los dispositivos más genuinos  de la expresión LOGICAS SUSTITUTIVAS DE LO MANICOMIAL.
En este pasaje de LABORTERAPIA a ÁREA CULTURAL hay un cambio de paradigma. De  pacientes objeto de tutela (de cuidados) a usuarios, sujetos de derecho. 
El arte y la expresión parecen ser una de las maneras de poder tramitar el sufrimiento y “le permite a los sujetos ir tejiendo su propia representación ahí donde se ha producido un desgarro. Las prácticas normativizantes ya mostraron su fracaso ya que han abolido el campo de la subjetividad en su intento de abolir el desgarro” (Hugo Boggio, 1999).
Desde hace unos años sumamos a las actividades que funcionan en la sede del Hospital,  talleres en el pueblo de  OLIVEROS. Partimos de la premisa de que toda práctica que apunte a crear dispositivos sustitutivos al manicomio debe trascender las fronteras de la institución desde el  trabajo en el territorio, con la comunidad. 
          En 2017, a partir de repensar nuestro práctica en consonancia con la Nueva Ley Nacional de Salud Mental 26.657 del año 2010 que plantea el cierre de los hospitales Monovalentes en el 2020, le dimos una vuelta de tuerca simbólica a nuestro espacio de trabajo: dejamos de llamarnos AREA CULTURAL DE LA COLONIA y comenzamos a nombrarnos CENTRO CULTURAL “NISE” EN UN INTENTO DE DESCENTRAMIENTO DE LA INSTITUCION TOTAL.
El nombre del centro cultural es un homenaje a NISE DA SILVEIRA, médica psiquiatra brasilera quien luchó en la década del 40 contra la violencia de los tratamientos psiquiátricos (sostenidos en prácticas hegemónicas biologicistas). NISE  sostuvo tratamientos e intervenciones ligadas al PROCESO CREATIVO Y A LAS ARTES EXPRESIVAS, creando el Museo del Inconsciente en Río de Janeiro. 
COMPARTIMOS CON NISE SU VALOR Y SU LUCHA POR LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS con padecimiento subjetivo. También compartimos SU AGUDA CREENCIA EN LAS PINCELADAS Y EN LOS GESTOS QUE CADA SUJETO PUEDE TRAZAR PARA  ENCONTRARSE Y ENCONTRAR UNA BRIZNA DE DESEO.

Le quiero pasar la palabra a mis compañeros de mesa con una  cita de Fernando Ulloa que dice: “NO HAY NINGUNA RAZÓN PARA NO EMPRENDER O NO INTENTAR HACER AQUELLO QUE SIENDO NECESARIO APARECE COMO IMPOSIBLE”. Intentar hacerlo es lo que hace la diferencia. Intervenir y tratar de modificar y ser modificado en el contexto colectivo.


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FRAGMENTOS DEL TRABAJO PRESENTADO EN LA FACULTAD EN EL AÑO 2015 .
Autoras: Ps. Claudia Siri. Psiq.Mariàngeles Parodi. T. Social: Silvana Szysorik

Consideramos que lo que se ha dado en llamar “Experiencia Oliveros” representa en la Provincia de Santa Fe uno de los embates más significativos a la práctica manicomial. A través de las distintas gestiones desde el retorno democrático hasta nuestros días, se produjeron transformaciones que agujerearon el gueto manicomial a partir de un Proyecto Institucional que fue complejizándose y que viene sosteniendo  prácticas sustitutivas al manicomio abocadas a desterrar el concepto de peligrosidad, cronicidad y enfermedad, apelando a intervenir con sujetos, titulares de derechos, donde el padecimiento subjetivo sea sólo un aspecto más en su trayectoria de vida, y no el estigma que los define. Un hospital que intenta pensarse y funcionar como Hospital de Puertas abiertas, basado en la clínica de la subjetividad y del lazo social.
                   Por eso enfatizamos la expresión lógicas sustitutivas de lo manicomial, como idea fuerza que no se reduce al cierre de los hospitales monovalentes, sino fundamentalmente  crear nuevos modos de asistir a las personas con padecimiento subjetivo. En ese sentido, la letra de las leyes 10772/91 y 26657/10 postulan toda una serie de dispositivos acordes con un paradigma superador en el campo de la salud mental. Esas leyes implican un avance sustantivo en tanto piensan la atención en salud mental desde la perspectiva de los derechos y en clave comunitaria. La ley es una herramienta valiosa pero aún queda por transitar un largo camino que permita poner en acto lo que declama.
   También es necesario pensar otros dispositivos, que no sean los netamente asistenciales, que puedan acompañar y trabajar desde otras perspectivas con los usuarios de salud mental, así como también propiciar la creación y funcionamiento de asambleas de usuarios, de familiares, asociaciones civiles, entre otras que puedan acompañar cambios en la representaciones sociales de la locura dentro de la comunidad que aún sostienen y demandan el encierro manicomial como único modo de abordaje posible.











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